miércoles, 4 de junio de 2008

Telefónica muerde una manzana... pasada

Sí, es una chulada. Me refiero a eso de poder navegar por sus menús sólo con sus dedos, modificar el tamaño de una foto con un gesto o disfrutar de toda su extensión en pantalla sin tecla de por medio. Yo, gracias a mi amigo Mariano, lo he tenido en mis manos. El Iphone es una revolución tanto estética como tecnológica en lo que a teléfonos se refiere. Y Telefónica, a través de Movistar, le ha pegado el bocado a la manzana que más mola. Pero en mi opinión, lo ha hecho tarde. Porque presenta como gran novedad un producto que ya lleva meses circulando por nuestro país gracias al mercado negro o de importación. Y, lo más importante, porque la compañía de Steve Jobs presentará la semana que viene su nueva versión. Una en la que seguramente solucionarán varias carencias de no pasar por alto. La fundamental: que no permite el acceso a internet por 3G. Es decir, se puede navegar (y muy bien, por cierto) pero conectado a una red doméstica. Si a esto sumamos los problemas que tiene para pasar música desde el ordenador por limitaciones de licencias y que hace fotos sólo buenas para ser enseñadas en el mismo terminal nos encontramos con lo que es: un producto simpático que perderá gran parte de su atractivo en cuanto empiecen a verse por miles en nuestras calles porque casi lo regalan al hacerse un contrato. Yo, mejor, me espero. Al siguiente o -quién sabe- a otro.

lunes, 2 de junio de 2008

¿Pasión por la Selección? No, por la chirigota

Selección son cada vez más frecuentes, casi los únicos. Incluso ya hay programas monotemáticos dedicados a 'La Roja'. Pero no a analizar la actualidad y el juego de los de Aragonés o el de sus rivales. Es más, me atrevo a decir que el 80% de los encuestados en una improvisada muestra a pie de calle no sabría decir el nombre de los equipos de nuestro grupo. Porque aquí eso da igual. Lo que al ciudadano de a pie le interesa es tener un motivo para sentirse involucrado en algo, entendido en alguna materia, una excusa para echarse a la calle. Y qué mejor que el fútbol, algo tan fácil sobre lo que opinar y no ser tachado de ignorante por descabellado que sea tu comentario. Ayer se vio en el programa de Cuatro. Un gran circo mediático montado alrededor de una réplica del único trofeo importante ganado por nuestro país, en el 64, que incluso fue objeto de sacrilegio al caer al suelo. Hasta el bueno de Luis se echó las manos a la cabeza. Dicen que somos un país de fútbol. Mentira. Basarse en las altas cifras de audiencia que en pocos días escupirán los medidores de audiencia no es un modo objetivo de defenderlo. Porque también lo son las de Eurovisión, Operación Triunfo o Gran Hermano. Y luego extraña que no ganemos nada. ¿Lo merecemos acaso?