Sí, es una chulada. Me refiero a eso de poder navegar por sus menús sólo con sus dedos, modificar el tamaño de una foto con un gesto o disfrutar de toda su extensión en pantalla sin tecla de por medio. Yo, gracias a mi amigo Mariano, lo he tenido en mis manos. El Iphone es una revolución tanto estética como tecnológica en lo que a teléfonos se refiere. Y Telefónica, a través de Movistar, le ha pegado el bocado a la manzana que más mola. Pero en mi opinión, lo ha hecho tarde. Porque presenta como gran novedad un producto que ya lleva meses circulando por nuestro país gracias al mercado negro o de importación. Y, lo más importante, porque la compañía de Steve Jobs presentará la semana que viene su nueva versión. Una en la que seguramente solucionarán varias carencias de no pasar por alto. La fundamental: que no permite el acceso a internet por 3G. Es decir, se puede navegar (y muy bien, por cierto) pero conectado a una red doméstica. Si a esto sumamos los problemas que tiene para pasar música desde el ordenador por limitaciones de licencias y que hace fotos sólo buenas para ser enseñadas en el mismo terminal nos encontramos con lo que es: un producto simpático que perderá gran parte de su atractivo en cuanto empiecen a verse por miles en nuestras calles porque casi lo regalan al hacerse un contrato. Yo, mejor, me espero. Al siguiente o -quién sabe- a otro.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario